Las sustancias
que agotan la capa de ozono (SAO) son sustancias químicas clarinadas, bromeadas
o fluorizadas producidas por el hombre con potencial para reaccionar con las
moléculas de ozono de la estratosfera, provocando su rompimiento y destrucción
a través de en una reacción fotoquímica en cadena. La capacidad de destrucción
de una SAO en la atmósfera puede superar los 100 años.
Los principales tipos son:
Clorofluorocarbonos
o CFC: Fueron creados en 1928 como refrigerantes, propelentes en aerosoles,
solventes, agentes espumantes y en otras aplicaciones menores. En Costa Rica
fueron prohibidos a partir del año 2010.
Hidroclorofluorocarbonos
o HCFC: Estos compuestos fueron introducidos en la década de los noventas como
sustitutos de los CFC. Entre sus aplicaciones podemos citar, refrigeración,
espumas solventes y aerosoles. Estas sustancias tienen un menor potencial de
agotamiento de ozono, pero son potentes gases de efecto invernadero.
Actualmente su importación está restringida a través de cuotas de sustancia.
Halones: Estas
sustancias son utilizadas principalmente como agentes extintores de fuego. Su
uso se prohibió desde el año 2010.
Bromuro de
metilo: Esta es una sustancia de uso agrícola utilizada para la desinfección de
suelos. También se utiliza para la desinfección de madera de exportación en cuarentena
y reembarque.
Alternativas a las SAO
Hidrofluorocarbonos:
Estas sustancias han sido promovidas como alternativas a los CFC y los HCFC ya
que no agotan la capa de ozono, pero presentan un alto potencial de
calentamiento global, por lo que Costa Rica las regula desde el año 2010.
Hidrocarburos
(Ciclopentano, Isobutano, Propano entre otros): Estos compuestos no agotan la
capa de ozono y su potencial de calentamiento global es mínimo, pero algunos de
ellos son inflamables por lo que su utilización está sujeta a la aplicación de
medidas de seguridad y minimización de riesgos.
Protocolo de Montreal
El Protocolo de
Montreal Relativo a las Sustancias que Agotan la Capa de Ozono es una
iniciativa que surgió con el objetivo de asistir técnica y financieramente a
los países que forman parte de él, en la reducción de la producción y el
consumo de sustancias que agotan la capa de ozono, disminuyendo de esta manera
su liberación a la atmósfera. El Protocolo de Montreal se firmó en 1987 y entró
en vigor en 1989; Costa Rica lo ratificó a través de la Ley 7223 en 1991, y
actualmente ha sido ratificado por 196 países más, incluyendo las grandes
potencias del mundo.
La asistencia a
los países está dirigida hacia la reconversión industrial, asistencia técnica,
capacitación y creación de capacidades, lo cual se ha traducido en la
eliminación de más de 460.000 toneladas de PAO (Potencial de Agotamiento de
Ozono) de sustancias controladas. En la actualidad, 148 de los 197 países
partes en el Protocolo de Montreal reúnen estos criterios, y se les conoce como
los países Artículo 5.
El Fondo
Multilateral está dirigido por un Comité Ejecutivo, con igual número de
miembros de países desarrollados y en desarrollo.
La
universalización del Protocolo de Montreal es la culminación de muchos años de
esfuerzos por parte de la comunidad internacional para garantizar que los tratados
sobre la protección del ozono sean aplicados a nivel mundial.